Chelsea llegó a nuestras vidas hace dos años y unos cuantos meses. Debo decir que para el momento en que empezamos a convivir con ella no me esperaba sentir tanto amor por un perrito.
Para quienes quieran saber, Chelsea no es pura raza, es una mezcla entre poodle y sabrá Dios que otra cosa. El punto es, que ella es hermosa, alegre y un miembro importantísimo en mi familia y no podría imaginarme mi vida ahora sin ella. Hace poco nuestra vida dió un giro inesperado cuando se enfermó por primera vez; al llevarla al veterinario, nos dijeron que tenía una enfermedad causada por las garrapatas y ese día fue la búsqueda más larga de medicinas. No hubo cansancio que nos detuviera a Maru (mi hermanita) y a mi, no fuimos a casa hasta encontrar los esenciales y al día siguiente conseguimos el resto. Cabe destacar que esta doctora no nos dio los exámenes que le hicieron a Chelsea y tampoco nos explicó muy bien lo que ella tenía.
Días después nos la llevamos a la ciudad donde viven mis padres y la llevamos a otro veterinario, uno en dónde nos hicieron sentir como en casa, nos explicaron todo y nos ayudaron de inmediato. Al entregarnos los éxamenes, la vet nos indicó que en efecto Chels estaba contagiada y que tenía una cantidad anormal de glóbulos blancos y que, para descartar o comprobar sospechas, había que hacerle un eco. Al examinarla, nos dijo que también tenía un quiste lleno de pus y no había salida de secreciones y por ende, había que operarla. Me asusté muchísimo. Tenía presente el miedo de que se quedara en la mesa del quirófano. ¿Saben lo estresante qué es?.
Pautaron una cirugía de emergencia para 4 días después y aunque no teníamos dinero, el papá de mi chico nos ayudó de inmediato haciéndonos un préstamo (y le estaremos eternamente agradecidas por ello). Para nosotras, el 15 de junio fue el día más largo en mucho tiempo.
La dejamos tempranito en el veterinario y nos fuimos a caminar por el centro y a hacer algunas diligencias para despejar la mente. Al medio día recibimos la llamada de que ya estaba lista y todo había salido de maravilla (¡gracias Dios!) pero debíamos esperar a que despertara. Cuando la vimos mi hermana se asustó mucho pero yo estaba contenta, Chelsea estaba bien, bañada en saliva, pero bien. La veterinario nos explicó que tenía muchísimos quistes, no sólo el que se vió en el eco. Incluso nos enseñó las trompas y los ovarios, fue algo sorprendente. Ah, por si tienen dudas, el procedimiento quirúrgico es conocido como histerectomía completa. Adios planes de tener un perrito llamado Liverpool :c
Fue una larga recuperación (un mes entero sin ladrar, correr, brincar, ni pararse en dos patas... TODO lo que a ella le encanta hacer) pero ya mañana se cumplen dos meses desde que operaron a Chelsita y ella nunca estuvo mejor. Gracias a todos quienes se preocuparon por ella, quienes me escribieron luego de su operación y a todos mis amigos que cada vez que me visitan le dan cariño a Chelsea :') Mi mamá, mi hermana y yo le estaremos por siempre agradecida a la Doctora que nos atendió por segunda vez y descubrió que nuestra pequeña corría peligro. Aunque aún me afecte que ella nunca pudo tener perritos, estoy feliz porque de alguna forma pudimos ayudarla.
Quizá no muchos entiendan, no todos ven a sus "mascotas" como un miembro de la familia. Me pasa que soy más una "cat person" pero Chelsea robó completamente mi corazón y aunque odio que los perros se acuesten en la cama, a veces dejo que la chiqui me haga compañía (jiji que alcahueta.) En serio, amo demasiado a ese perro-loro, no entiendo como sucedió, pero así es y así será por siempre.
 |
| Así es como se veía la cicatriz |
P.D: faltaban dos días para quitarle los puntos y ella se quitó el cono y se arrancó tres, así que la llevamos de emergencia al veterinario y nos dijeron que todo estaba en orden y se los terminaron de quitar :')
XO from Chelsea ♥
